RESPONSABILIDAD Y DISCIPLINA

La disciplina se puede definir como todas las medidas tomadas para asegurar que los individuos cumplan con los pensamientos y comportamientos generales de la comunidad en la que viven.
Si consideramos la disciplina para nuestro entorno familiar y hogareño; La disciplina es un sistema de precauciones, es decir, un orden de conducta, que incluye lo que se debe y no se debe hacer, de acuerdo con los valores, pensamientos y comportamientos de ese hogar y familia.
El concepto de disciplina puede tener diferentes significados. de vez en cuando, y las actitudes equivocadas durante su implementación también pueden tener consecuencias negativas. Podemos examinar la disciplina en dos partes según el estilo de aplicación. Disciplina controlada externamente y disciplina controlada internamente (autocontrol).

¿DISCIPLINA CONTROLADA EXTERNAMENTE?

Enojarnos, gritar, regañar, amenazar, maldecir, menospreciar verbalmente para controlar la vida de nuestro hijo. comportamiento y conseguir que haga lo que queremos y métodos como negar el amor. Es un tipo de disciplina restrictiva-castigadora. Mientras se hacen esfuerzos para controlar a los niños, se hacen esfuerzos para influir en ellos en la disciplina que enseña y educa. Es necesario prestar atención a la diferencia entre influir y controlar a los niños.

¿DISCIPLINA DE CONTROL INTERNO?

En otras palabras, el autocontrol es la adopción por parte de la persona de algunas reglas y su/ su propio cumplimiento o aplicación de estas normas sin necesidad de advertencias externas. De hecho, este es el resultado que queremos lograr en nuestros hijos. De esta forma, se libera a los padres del papel de aviso y control constante, y se previenen roces y problemas que puedan surgir por ello. Las investigaciones han demostrado que en las personas autodisciplinadas, el locus de control está dentro de la persona, mientras que en la disciplina impuesta por otros, el locus de control está fuera de la persona. En la educación del autocontrol, el primer enfoque básico es explicar a nuestros a los niños lo que deben y no deben hacer y orientarlos. Si nuestros hijos que empiezan a moverse por la casa no han recibido explicaciones, información o formación sobre qué hacer y cómo actuar, es decir, las normas de la casa, naturalmente cometerán errores y serán advertidos o castigados por ello. . Nuestros hijos aprenderán lo que deben y no deben hacer mediante prueba y error, pero no siempre podrán aprender por qué. No es necesario utilizar pura autoridad y fuerza para mantener la disciplina en casa. Ser conocedor de este tema, actuar conscientemente, actuar con coherencia En lugar de enfrentarnos a nuestros hijos siendo pacientes y tolerantes, basta con estar de su lado y apoyarlos. Con este tipo de enfoque se logra el autocontrol de una manera más sana y permanente.

¿CÓMO SE PUEDE LOGRAR LA DISCIPLINA DEL CONTROL INTERNO?

1. LAS REGLAS Y EXPECTATIVAS EN EL HOGAR NO SON SÓLIDAS E INCAMBIABLES.

Las reglas se aplican considerando la edad del niño, la estructura de personalidad y las situaciones especiales. Estructura de la personalidad: algunas reglas y expectativas pueden convertirse en un problema debido a la personalidad del niño. Por ejemplo, algunos niños tienen un carácter más excitable y no pueden desayunar de camino a la escuela por la mañana. Leche forzada al niño en nombre de la regla. Alimentarle con alimentos como huevos hace que el niño vaya al colegio con el estómago pesado y también provoca conflictos con la madre.
Edad: Por ejemplo, no se puede esperar que un niño de 3 años coma adecuadamente y sin derramar nada sobre sí mismo
. Por este motivo, enfadarse con el niño y regañarle es inútil e incluso perjudicial. Por otro lado, es realista esperar que un niño de 7 años coma alimentos limpios y adecuados.
Situación especial: las necesidades de cada uno varían según la situación fisiológica de ese día. Si ese día estamos enfermos o molestos por algo, es posible que tengamos una actitud diferente a la habitual. Lo mismo se aplica a sus hijos. En estos casos es necesario ser más tolerante.

2. DEBEMOS EXPLICAR LOS RAZONES DE LAS NORMAS A NUESTROS NIÑOS.

Hasta los 3 años es más fácil conseguir que los niños hagan determinadas conductas diciendo “así se hace” o “así se hace”. no cómo se hace" sin mucha explicación. Sin embargo, a partir de los 3-4 años, quieren saber el motivo de todo.
Por ejemplo, si decimos que a todos los niños les encanta beber cola, pero hablamos del daño que la cola tiene para el estómago y hígado, y que pueden beberlo en determinados días, domingos y en fiestas de amigos. Los niños no están en contra de quien hace cumplir la regla, pero pueden ponerse de su lado y adoptar la regla más fácilmente.

3. DEBEMOS EXPLICAR COMPORTAMIENTOS ESPERADOS A NUESTROS HIJOS.

Sé concreto y claro en lugar de hacer esto o aquello. Se debe explicar claramente y enseñar en un lenguaje apropiado qué comportamiento se espera y cuándo. Por ejemplo, “Burak, antes de irte a la cama, te pones el pijama y te cepillas los dientes. “Y vendré a darte las buenas noches”. Una descripción conductual como esta nos dice qué tipo de comportamiento esperamos de Burak a la hora de dormir. En lugar de sorprender a los niños cuando se comportan incorrectamente (¿por qué no te has acostado todavía?), es más eficaz y seguro darles la oportunidad de comportarse bien. Además, el niño que recibe explicaciones se siente valioso y coopera más fácilmente con el mayor de la familia.

4. DEBEMOS DAR A NUESTROS HIJOS UN PAPEL ACTIVO Y RESPONSABILIDAD EN LA APLICACIÓN DE LAS NORMAS.

Por ejemplo, para Ali se había convertido en un problema levantarse por la mañana. No puede levantarse de la cama. No se levantaba sin que su madre lo llamara varias veces. Finalmente, piensan juntos en una solución a este problema y Ali pide un despertador, como un amigo que se despierta con un despertador. Cuando suene el despertador, Ali se levantará y la madre se salvará de decir "Vamos Ali". De hecho, con el sistema de despertador, Ali empezó a levantarse más fácilmente y la madre quedó liberada del papel de estímulo externo.

5. DEBEMOS REFORZAR LOS COMPORTAMIENTOS ESPERADOS DE NUESTROS HIJOS (O DE AQUELLOS CERCANOS A ELLOS) APROBANDO SUS ESFUERZOS.

¿CUÁLES SON LAS COSAS QUE NO DEBEN OLVIDARSE DE LA DISCIPLINA?

“El verdadero poder de las familias está en su capacidad de empoderar a sus hijos... No en su capacidad de controlarlos”.

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