Consejos de nutrición en invierno

A medida que el clima se vuelve más frío en los meses de invierno, las necesidades de nuestro metabolismo también cambian. Con la llegada del frío, el metabolismo no quiere gastar mucha energía y ralentiza su velocidad. El aumento del tiempo que se pasa en casa en invierno provoca la necesidad de comer. Especialmente tendemos a consumir carbohidratos simples. Cuando a todo esto se le suma la inactividad, el aumento de peso se vuelve inevitable.

Entonces, ¿es posible dejar de lado estas negatividades y acelerar nuestro metabolismo en invierno? Otra pregunta curiosa es: ¿Podemos pasar el invierno sin engordar sorprendiendo a nuestro metabolismo?

Primero debes responder a tu metabolismo, que cambia con el invierno, comiendo sano. De esta forma habrás dado un paso importante para controlar tu peso.

No debes abandonar el desayuno por la mañana en los meses de invierno. Tu cuerpo necesita energía cuando se despierta después de un ayuno prolongado, como al dormir. Si combinas esta energía con un desayuno saludable, tu metabolismo comenzará el día rápidamente. El desayuno que tomes temprano en la mañana se convertirá en energía y no se almacenará en el cuerpo, ayudándote a comenzar el día con anticipación.

Para mantener activo el metabolismo acelerado durante el día, es Es necesario seguir beneficiándose del efecto termogénico de los alimentos. Para garantizar la continuidad, se deben incluir snacks en determinados momentos del día. Si bien el equilibrio de azúcar en sangre se mantiene con el snack que se prepara, se gasta energía extra para quemar los alimentos consumidos.

Consumimos bebidas calientes con bastante frecuencia para entrar en calor cuando hace frío. Sin embargo, mientras bebemos estas bebidas, dejamos de beber agua, que es importante para nuestro cuerpo, y aunque la pérdida de agua no se siente mucho en los meses de invierno, continúa ocurriendo en el cuerpo. Desafortunadamente, lo consumimos durante el día. Las bebidas calientes no reemplazan nuestras necesidades de agua. Por este motivo, debemos beber 2-2,5 litros de agua al día sin esperar a que llegue la sed. El agua facilita la digestión mecánica de los alimentos, reduce los problemas de estreñimiento ya que ablanda los intestinos y asegura la eliminación de las grasas quemadas del organismo.

Para tener un sistema inmunológico fuerte se debe tener cuidado con la cantidad de frutas y verduras que consumimos durante los meses de invierno. Es necesario consumir un total de 5 porciones de frutas y verduras durante el día. Compra frutas y verduras de diferentes colores. Su red de diferentes vitaminas, minerales y elementos antioxidantes mantiene la resistencia de tu cuerpo. Agregar ensaladas ricas en verduras a tu almuerzo y cena asegurará que obtengas suficiente fibra, prolongarás la digestión y ayudarás a mantener tu forma.

Aparte de las verduras y las frutas, el grupo de los cereales integrales, conocidos como carbohidratos complejos , es una buena fuente de fibra. El consumo de estos grupos de alimentos previene el estreñimiento al regular las deposiciones.

No se debe reducir la actividad física a medida que el clima se vuelve más frío. La actividad física durante el día ayuda a acelerar el metabolismo lento y te ayuda a mantener tu forma. Una caminata de 30 a 45 minutos cada dos días pondrá de rodillas a tu obstinado metabolismo, que tiende a almacenar grasa durante este período.

 

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