Las señales que nos permiten movernos se transmiten desde el cerebro y la médula espinal a los músculos correspondientes a través de los nervios. Los nervios, que podemos comparar a un fino cable eléctrico, son los responsables de la transmisión de sensaciones así como del movimiento. En condiciones normales, gracias a la armonía entre sensación y movimiento, todos los movimientos de brazos, piernas, manos y pies se producen sin problemas y no provocan molestias. Sin embargo, en algunos casos, los nervios que van a los músculos de la mano y el pie se comprimen mientras pasan por los canales delgados y puede ocurrir compresión nerviosa. La compresión nerviosa más común se conoce como "síndrome del túnel carpiano" y afecta tanto a los dedos como a la muñeca. Este trastorno, que se produce cuando el nervio mediano que va a los primeros cuatro dedos de la mano se comprime a la altura de la muñeca, es común en personas que usan mucho las manos debido a su profesión y amas de casa. El síntoma más importante es el entumecimiento de las manos que le despierta por la noche. A veces puede haber dolor, pero el entumecimiento suele estar a la vanguardia; Los pacientes afirman que se sienten aliviados cuando les dan la mano. Estas molestias se repiten a lo largo del día y, con el tiempo, la fuerza de los dedos disminuye y los objetos que se sostienen en la mano comienzan a caer. Una afección similar se desarrolla en el tobillo y los dedos de los pies, especialmente en quienes usan zapatos de tacón alto y puntiagudos y quienes realizan trabajos pesados, y se llama "síndrome del túnel tarsiano". Se producen molestias similares en el tobillo y los dedos de los pies.
En ambos casos de compresión nerviosa, primero se debe realizar un diagnóstico definitivo. Después del examen inicial, las transmisiones nerviosas deben medirse con un sistema sensible llamado E M G. Como resultado de este examen, se utilizan métodos de fisioterapia junto con tratamientos médicos en casos que no están demasiado avanzados y aún no han desarrollado pérdida de fuerza. Se coloca una férula adecuada para brindar descanso a la mano y, en algunos casos, se puede aplicar una terapia de inyección. La fisioterapia se utiliza para relajar el nervio en el área pellizcada y acelerar su curación. Las herramientas de fisioterapia más utilizadas incluyen tratamientos con agua, ultrasonido, parafina, láser y campos magnéticos. Luego, se hacen esfuerzos para fortalecer los músculos y aumentar la elasticidad con ejercicios adecuados. En casos avanzados, se utilizan métodos quirúrgicos. Estructura en la mano o el tobillo. Con la cirugía se alivia el paso del nervio. Después de la cirugía, se aplica un programa de fisioterapia y rehabilitación de 15 a 20 sesiones para aliviar la rigidez de las articulaciones y fortalecer los músculos. Luego, se intentan corregir factores ocupacionales para evitar que se repita el mismo trastorno, y se realizan entrenamientos y ejercicios para corregir errores relacionados con el uso de manos y pies.
Leer: 0