Las enfermedades febriles constituyen entre el 10% y el 20% de los ingresos a clínicas de urgencias pediátricas. La mayoría de estos niños tienen menos de 3 años.
Las infecciones son la causa más común de fiebre en la infancia. Sin embargo, la fiebre también puede aumentar en diversas situaciones además de la infección.
La temperatura corporal cambia durante el día. Es más baja en las primeras horas de la mañana y más alta entre las 16:00 y las 18:00.
*Temperatura de las axilas > 37,5 °C
*Temperatura timpánica (oído) > 37,8 °C El niño tiene fiebre.
Está prohibido el uso de termómetros de vidrio de mercurio por sus riesgos. Los termómetros digitales suelen ser los preferidos en aplicaciones prácticas. La medición axilar digital es adecuada para bebés menores de 1 mes y la medición axilar o timpánica digital es adecuada para bebés entre 1 mes y 5 años. La medición de la temperatura rectal es en realidad el estándar de oro, pero no se recomienda en la práctica debido tanto a la incomodidad que causa como al riesgo de traumatismo. Los termómetros infrarrojos de contacto o sin contacto en la frente no son fiables.
De hecho, la fiebre es un indicador de la guerra lanzada contra los agentes infecciosos. Es una respuesta fisiológica normal. El grado de fiebre no es paralelo a la gravedad de la enfermedad. La fiebre tiene muchos efectos positivos sobre el sistema inmunológico. Los estudios han demostrado que el sistema inmunológico humano funciona mejor durante el período febril en comparación con la temperatura normal. Sin embargo, se debe reducir la fiebre, especialmente en niños con enfermedades cardíacas subyacentes, anemia, enfermedades pulmonares crónicas, diabetes, enfermedades metabólicas congénitas y enfermedades neurológicas.
Aunque la fiebre alta a menudo se confunde con convulsiones febriles entre el público y Causa preocupación, son diferentes entre sí. Son situaciones diferentes.
Los métodos de enfriamiento físico utilizados en el pasado para reducir la fiebre (inmersión en agua fría, enfriamiento con compresas, etc.) no se recomiendan hoy en día. Estos métodos sólo reducen la temperatura de la piel. Esto estimula el centro de calor en el cerebro, lo que hace que la fiebre aumente aún más. La única situación en la que se recomienda el enfriamiento físico es la hipertermia, es decir, una temperatura corporal superior a 41 °C.
Los antipiréticos no modifican el curso de las enfermedades infecciosas y no afectan su evolución.
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