“Si quieres hacer felices a los demás,
Sé compasivo.
Si quieres hacerte feliz a ti mismo,
Nuevamente, sé compasivo”.
Dalai Lama
La compasión surge en caso de sufrimiento. Para mostrar compasión, una persona primero debe aceptar el dolor. Pero el miedo y los pensamientos de sufrimiento son obstáculos para la compasión. De hecho, no es el dolor en sí lo que causa angustia en la persona, sino los significados y pensamientos que se le dan al dolor. En lugar de huir del dolor o luchar contra él, se necesita valor para afrontar la angustia, aceptarla y establecer amistad. La compasión incluye misericordia, tolerancia y coraje. Es necesario seguir con el dolor, no a pesar de él, y aceptar que el dolor es pasajero. Ninguna emoción, ningún pensamiento negativo es permanente.
La compasión es una acción que viene desde dentro. El amor que surge naturalmente dentro de nosotros es derramar el sentimiento de bondad hacia la persona que sufre. Se manifiesta naturalmente cuando nos cortamos, nos lesionamos o sufrimos dolor. Generalmente nos acercamos a los niños con más compasión. Cuando su hijo está herido, nos acercamos a él con compasión y le preguntamos qué pasó, si está herido, qué siente, sus emociones. Sin embargo, ante un acontecimiento vital desafiante, actuamos con mayor dureza hacia nosotros mismos, nuestros pensamientos negativos entran en juego y nuestra voz interior que nos critica, juzga y nos hace sentir inadecuados nos impide sentir compasión por nosotros mismos.
¿Qué es la autocompasión?
La autocompasión es ofrecernos a nosotros mismos la misma compasión que mostramos a los demás. La autocompasión requiere ser más amables con nosotros mismos en los momentos difíciles, en lugar de criticarnos y ser crueles con nosotros mismos, y ser capaces de observar el dolor sin identificarnos con él. Tratarte a ti mismo tal como mostrarías el apoyo, la comprensión y la compasión que tu amado amigo necesita en un momento difícil cuando sufre, se siente triste y se critica a sí mismo. "¿Cómo puedo sostenerme en este momento difícil?"
Todo comienza en la esencia. Para ser compasivos con los demás y recibir compasión de otras personas, primero debemos realizarnos y ser capaces de mostrar compasión hacia nosotros mismos. Siendo amables con nosotros mismos en tiempos difíciles Darnos el apoyo necesario sin juzgar aumenta la autocompasión.
Cuando pasamos por un momento difícil, lo que a menudo necesitamos es un buen amigo con un corazón compasivo. Pero muchas veces esto puede no ser posible. Lo que debemos hacer en tiempos difíciles cuando estamos solos es acercarnos a nosotros mismos con amor, mostrar compasión y ser sinceramente amables.
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