La historia y el examen físico del paciente pueden ser suficientes para diagnosticar la causa del dolor de cuello. En neurocirugía, primero queremos excluir las causas graves del dolor de cuello, como enfermedades como la hernia del cuello, un canal estrecho en el cuello que comprime la médula espinal y los nervios, así como afecciones más graves como mielopatía, infección o cáncer que pueden causar daño a la médula espinal.
Al interrogar: Le preguntará sobre lesiones pasadas en el cuello que pueden haber causado accidentes, lesión de la médula espinal o hernia de disco. Hacemos preguntas sobre el trabajo u otras actividades que puedan lesionarle el cuello. Se le preguntará cuándo comenzó el dolor, dónde está, cuánto dura y qué intensidad es.
Examen físico: comprobamos la posición de la cabeza y el cuello y observamos el rango de movimiento. cuando se mueve el cuello. Al examinar el cuello y los músculos que lo sostienen, buscamos signos de sensibilidad o rigidez. No siempre se necesitan pruebas de imagen para determinar la causa del dolor de cuello. Sin embargo, si tiene una lesión grave o un dolor intenso que no desaparece, se requieren imágenes del interior de los tejidos del cuello.
Radiografía: las radiografías pueden revelar problemas de alineación de los huesos y la columna. que puede causar dolor de cuello. Las radiografías pueden mostrar problemas de alineación de la columna, como enderezamiento del cuello, fracturas, hernia cervical osificada (hernias de disco) y detectar el nivel de calcificación relacionada con la osteoartritis.
Imágenes por resonancia magnética (RM): resonancia magnética de la médula espinal, los nervios, la médula ósea y los tejidos blandos pueden revelar problemas en los tejidos. Esto le indicará si su disco está dislocado, signos de infección o un bulto como un quiste o tumor que puede causar dolor de cuello.
Tomografía computarizada (TC): si no hay una resonancia magnética disponible , se puede realizar una tomografía computarizada. Se pueden observar osteofitos y signos de pérdida ósea. En casos raros, los proveedores pueden ordenar pruebas adicionales como:
EMG (electromielografía): estas pruebas verifican la transmisión de señales y la respuesta muscular mediante estimulación eléctrica del nervio. Pruebas de laboratorio: los análisis de sangre identifican causas del dolor de cuello distintas del simple dolor musculoesquelético, como infecciones, trastornos reumáticos y cáncer como fuente del dolor.
Las pruebas incluyen marcadores inflamatorios (inflamatorios) como hemograma completo (CBC), análisis de orina, factor reumatoide, PCR, sedimentación.
¿Cómo realizar una cirugía de hernia de cuello?
Los pacientes que no se benefician de otros tratamientos pueden requerir cirugía. El objetivo de la cirugía es extirpar la parte del disco que presiona el nervio. Esto se hace mediante un procedimiento llamado discectomía. Se accede a la hernia a través de una incisión en la piel que se realiza en la parte delantera o trasera del cuello. La decisión de operar anteriormente (abordaje anterior) o posteriormente (abordaje posterior) se ve afectada por muchos factores, como la ubicación de la hernia discal, la experiencia del cirujano y la preferencia del paciente.
En ambos abordajes, el Se retira la porción del disco que presiona el nervio y, en general, se obtienen buenos resultados. En el abordaje anterior, será necesario extirpar la mayor parte del disco para llegar a la hernia de disco, lo que generalmente requerirá una fusión. La mayor desventaja de la cirugía de fusión es la desaparición del movimiento en la región de fusión. La discectomía de un solo nivel no supone una desventaja significativa en términos de movilidad del cuello. Esto se debe a que la movilidad perdida de este segmento es compensada y tolerada por otros niveles intactos. Sin embargo, el aumento de movimiento y carga de trabajo aplicado a los segmentos superior e inferior provocará abrasión, hernia de cuello y dolor en estas zonas. Hoy en día, gracias a la tecnología en desarrollo, se pueden colocar prótesis removibles en el espacio creado al retirar el disco en lugar de fusionarlos. Sin embargo, las prótesis no son adecuadas para todos los pacientes. Los candidatos ideales son pacientes relativamente más jóvenes, cuyas articulaciones facetarias no se han degenerado y cuyas alturas de los discos se han conservado. Su mejor médico decidirá si la prótesis es adecuada para usted.
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