La hipnosis es un estado psíquico diferente entre el sueño y la vigilia, en el que la persona tiene la sensación de estar en un estado separado de éste, aunque es consciente de la realidad en ese momento, la atención de la persona suele ser introvertida y estrecha. En este caso aumenta la capacidad de recibir sugestiones. Durante la hipnosis, el individuo se distancia del mundo exterior de forma controlada, y las sugestiones que se le dan llegan al sistema nervioso central sin ser criticadas ni analizadas. La hipnosis es una técnica, una herramienta. La hipnoterapia es una terapia realizada bajo hipnosis. El verdadero tratamiento es la hipnoterapia mediante hipnosis. La persona que practica la hipnosis (hipnoterapeuta) es una persona que tiene la autoridad y habilidad para utilizar esta técnica. La persona se beneficia al confiar en el hipnoterapeuta para lograr el objetivo que ha determinado voluntariamente.
La mente procesa la información que recibe tanto de forma consciente como inconsciente. Nuestro inconsciente es el lado de nuestro cerebro del que no somos conscientes. Además de controlar todas las funciones corporales involuntarias, todas nuestras experiencias, almacena nuestros recuerdos, controla nuestro sistema inmunológico y hormonal. Nuestro inconsciente también es responsable de nuestra intuición, actitudes, pensamientos sobre nosotros mismos y hábitos.
La mente consciente es más crítica y tiende a analizar más a la hora de resolver problemas, lo que en ocasiones puede provocar indecisión y dificultades a la hora de actuar. Mientras se está bajo hipnosis, libre de esta capacidad de análisis de la conciencia, la mente inconsciente se vuelve más preparada para recibir sugerencias y se lleva a cabo la terapia.
La hipnosis no es un evento extraño o misterioso. Es un estado completamente normal similar a soñando despierto o antes de quedarse dormido. De hecho, los estados de hipnosis se experimentan. A veces lo experimentamos durante el día y no sabemos que es hipnosis. Por ejemplo, ¿alguna vez has tenido un momento en el que te distrajiste mientras conducías y cuando te distrajiste? ¿En casa no recuerdas qué caminos tomaste? Nuevamente, mientras mirabas el partido del equipo del que eres hincha o veías una película que te gustaba mucho, ¿hubo momentos en los que no escuchaste a las personas que estaban a tu lado llamándote? Para un trabajo importante. ¿Alguna vez pensaste que tenías que levantarte a las 5 de la mañana antes de acostarte, pero te despertaste a esa hora exacta por tu cuenta? ¿O alguna vez has visto un hematoma en tu pierna mientras iba al baño y te preguntaste dónde me golpeé la pierna?, ¿de hecho no sentí ningún dolor? Todos estos son estados de hipnosis. Si un niño que está ocupado jugando con sus juguetes no puede oírte cuando lo llamas, está en hipnosis, pero la hipnosis y la hipnoterapia son cosas diferentes. La hipnoterapia es el tratamiento realizado a través de la hipnosis, es el camino hacia la curación real. Si comparamos la hipnosis con una jeringa o un inyector, la hipnoterapia es la medicina en el inyector. Es la medicina la que realiza el tratamiento real, no el inyector. Pero el inyector es también una herramienta que permite que el medicamento llegue a los lugares donde actuará.
La Asociación Médica Británica aceptó la hipnoterapia como método de psicoterapia en 1953 y la Asociación Médica Americana en 1958.
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