El estreñimiento, que es muy común en los niños, puede provocar problemas físicos y psicológicos. El estreñimiento se define como una defecación poco frecuente (menos de dos veces por semana) junto con una defecación dura y/o difícil que daña al niño.
El estreñimiento normalmente no se observa en los recién nacidos amamantados. Si un bebé recién nacido no ha defecado por primera vez en las primeras 24 horas o si el estreñimiento comienza en el período neonatal, se debe investigar si existe alguna enfermedad que pueda causar estreñimiento. Los problemas de estreñimiento son habituales en los bebés alimentados con fórmula o durante la transición de la leche materna a la alimentación complementaria. La alergia a la proteína de la leche de vaca o el consumo excesivo de leche de vaca pueden provocar estreñimiento.
En los niños, el estreñimiento generalmente es de tipo funcional (no existe ninguna enfermedad subyacente que pueda provocar estreñimiento). El ritmo de las deposiciones se altera, las heces se vuelven duras y duelen al niño por motivos como empezar temprano a aprender a ir al baño, no comer lo suficiente, una nutrición equilibrada y regular, una dieta sin fibra, un bajo consumo de líquidos, posponer la necesidad de ir al baño, un estilo de vida sedentario, entrar en un nuevo entorno social (comienzo de la escuela). . En los niños que desarrollan miedo a defecar, el problema comienza a empeorar formando un círculo vicioso. También se suman quejas como dolor abdominal, pérdida de apetito, náuseas y vómitos. El estreñimiento crónico también causa micción frecuente e infecciones frecuentes del tracto urinario.
No se debe enseñar a los niños a ir al baño antes de los 2,5 años, actividades que hagan que la situación sea divertida durante el aprendizaje y un taburete debajo de los pies de los niños para que sus rodillas están por encima de sus caderas mientras van al baño, proteger a los niños de la obesidad, aumentar el consumo de alimentos con fibra, consumir frutas con cáscara si es posible y beber agua tibia por la mañana afectará positivamente el funcionamiento de los intestinos.
El estreñimiento en los niños suele requerir medicación. Debe saberse que los medicamentos para el estreñimiento deben usarse en dosis adecuadas y durante al menos 3 a 6 meses. Es muy importante que el tratamiento no se interrumpa rápidamente y en poco tiempo. La duración prolongada del tratamiento es extremadamente importante para eliminar el miedo del niño a defecar.
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