La obesidad es definida por la Organización Mundial de la Salud como la acumulación excesiva de grasa en el cuerpo que perjudica la salud humana. La obesidad causa graves problemas de salud. Se cree que tanto factores genéticos como ambientales y psicológicos desempeñan un papel en el desarrollo de la obesidad.
Los prejuicios y la falta de respeto hacia las personas con sobrepeso son extremadamente comunes. Si el problema del peso comienza en la infancia, los prejuicios y la discriminación se ven antes. La discriminación hace que las personas obesas pierdan la autoestima y se vuelvan vulnerables a la depresión.
Las investigaciones muestran que las personas con trastorno por atracón tienen más síntomas psicológicos. En personas con sobrepeso; Se sabe que los problemas psicológicos como la baja autoestima, la depresión mayor, el trastorno bipolar, el trastorno de pánico y la agorafobia son más comunes. También se puede afirmar que la ansiedad y la depresión causan obesidad.
En todos los métodos de tratamiento aplicados, se ha observado que después de perder peso, la persona vuelve a sus antiguos hábitos alimentarios bajo un estrés severo. En este sentido, el apoyo y seguimiento psicológico son de gran importancia en el control de la obesidad. En el tratamiento de la obesidad deben tenerse en cuenta todos los factores biológicos, psicológicos y socioculturales. En la Terapia Conductual aplicada durante el proceso de pérdida de peso, cambiar hábitos y conductas diarias es fundamental para conseguir el objetivo. El objetivo del proceso de tratamiento comienza con la aceptación de que el cliente necesita perder peso. Es importante evaluar el estado de alimentación y actividad física diaria del individuo al inicio del tratamiento. Además de la capacitación en nutrición que reciba el especialista; El individuo puede lograr una pérdida de peso saludable y permanente a través de una terapia que incluye control de estímulos, cambios cognitivos y conductuales y motivación para hacer ejercicio.
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