Es imposible evitar el estrés a cualquier precio. Pero lo que se puede hacer es aliviar las tensiones periódicamente. A través de la experiencia, podemos aprender a dejar que el estrés se aleje de nosotros como el agua.
Durante los últimos 5000 años, todas las grandes tradiciones médicas y espirituales de Oriente, como el yoga, la meditación y el Tai Chi, enseñan que cada individuo puede tomar las riendas de su ser interior y de sus funciones corporales. Esto se puede lograr simplemente concentrando la Mente y centrándose en la respiración. Hoy, gracias a muchos estudios, sabemos que este dominio es una de las mejores formas de reducir el impacto del estrés. También es una de las mejores formas de restablecer la armonía en la fisiología y, como resultado, de estimular las defensas naturales del organismo. Se sabe que pasar tiempo a solas todos los días es un "acto de amor radical". Siempre se recomienda un ritual de purificación realizado en solitario. Esta soledad contemplativa es la condición básica para armonizar las fuerzas curativas dentro del cuerpo.
Al igual que la respiración, la digestión o los latidos del corazón, ocurre incluso si no pensamos en ello, pero es una función milagrosa que puede ser fácilmente controlada por la voluntad. El centro de control respiratorio, ubicado en la base del cerebro, es sensible a todas las moléculas que se intercambian constantemente entre el cerebro emocional y los órganos del cuerpo, incluido el sistema inmunológico. Prestar atención a la respiración acerca a las personas al pulso de los procesos vitales de su cuerpo y los conecta con el pensamiento consciente. Afortunadamente, no es necesario "creer" para ver y beneficiarse de todo esto. Existe una forma completamente objetiva de medir la relación entre ejercicios como el yoga, la meditación y la respiración y lo que sucede en el cuerpo. HRV (VARIABILIDAD DEL RITMO CARDÍACO) !!!!!!!!!!!!
El sistema simpático, que entra en juego con cada respiración, provoca una ligera aceleración en los latidos del corazón, mientras que El sistema simpático, que entra en juego durante la exhalación, provoca una ligera aceleración del ritmo cardíaco, el sistema parasimpático estimula el nervio vago, que ralentiza todo. Por lo tanto, el intervalo de tiempo entre los latidos del corazón es más corto al inhalar que al exhalar. A esto lo llamamos Variabilidad del Ritmo Cardíaco (VFC).
Hay científicos que dedican años y estudios científicos a los ritmos corporales autónomos (cambios en funciones como el pulso, la presión arterial, la respiración). Estos ritmos del día Se examina el patrón de fluctuación en diferentes momentos. Se sabe que un equilibrio sólido entre estos diferentes biorritmos es quizás el indicador más preciso de un cuerpo sano. Entre el nacimiento, cuando la intensidad de los ritmos biológicos es mayor, y la proximidad de la muerte, cuando es menor, la magnitud de la variabilidad disminuye aproximadamente un 3% por año. Esto hace que el cuerpo pierda gradualmente su capacidad de adaptación, y cada vez sea más difícil mantener el equilibrio ante los peligros de nuestro entorno físico y emocional. El debilitamiento de este equilibrio en las funciones corporales está asociado a muchos problemas de salud debidos al avance de la edad: hipertensión arterial, fibromialgia, síndrome de fatiga crónica, dolores musculares generalizados, insuficiencia cardíaca, diabetes, cáncer, etc.
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