Quería mostrárselo a todos, no sólo a la persona misma. No podía simplemente estar contento consigo mismo, todos necesitaban oírlo. No podía tener suficiente. Simplemente no podía estar satisfecho con esto. Tenía que demostrarles a todos que era una persona exitosa, todos tenían que saberlo. Como si todos estuvieran satisfechos si lo supieran. Sería suficiente ahora. Ahora todos los ojos estarían puestos en él. Quizás ese fue el punto culminante. Si pudiera mostrarles a todos que tuvo éxito, creería que tenía éxito, que era valioso y que tenía voz y voto. Sabría que es una persona valiosa, que tiene éxito, que es inteligente, que es alguien cuya palabra cuenta, ¡sin preguntar a la gente por qué! Todos lo señalarían. "Mira, este es él". ¿Pero sería suficiente cuando lo señalaron? No lo creo, no lo creo en absoluto. La persona que todos le mostraban, la persona que decía ser, la mirada dirigida a él no satisfaría su sentido de valía, sino que, por el contrario, seguiría creando un sentimiento de inutilidad. Pensaría que si lo retrataran así, se hablaría constantemente de sus defectos. Esas miradas dirigidas a él donde él no estaba entre ellas continuarían perdiéndose en el vacío donde mi incertidumbre no podía llenar. Es como si esta situación fuera a destruirlo. O, de hecho, ya seguía destruyéndose.
La mirada, esa mirada que se señala como “¡mira, ya está!” Esa mirada que era casi imposible de manejar. Es como si siempre enfatizara los defectos y te hiciera sentir como si siempre fuera a aplastarte. No importa cuánto intente ascender para tener éxito, siempre se siente como si estuviera en el hoyo. Mientras se condicionara así, mientras lo intentara, seguiría aferrándose a su falta. Volvería a colapsar, como si nunca hubiera logrado nada que valiera la pena. Aún así, iba a lograrlo de alguna manera, hasta que le dijeron: "Mira, esto es todo". Es como un círculo vicioso del que no se puede salir. Este círculo vicioso tiene que ver exactamente con el sentimiento de fracaso. Sobre la deficiencia que se le atribuye, atribuida a quienes están en él. Como si nunca fuera a triunfar, como si siempre fuera ignorado...
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