Prestar atención a los síntomas menores salva vidas...
Cánceres de intestino grueso y recto: los cánceres colorrectales han comenzado a ocurrir con mayor frecuencia debido al rápido
cambio en los hábitos alimentarios en nuestro país.
La incidencia del cáncer colorrectal aumenta a partir de los 50 años. Es el tipo de cáncer más común, especialmente en hombres, después del cáncer de pulmón y de próstata.
Los primeros síntomas pueden ser sangre en las heces, cambios en los hábitos de deposiciones y una necesidad constante de defecar.
Este puede ser el primer síntoma, en tales casos se debe consultar a un médico. Además de estos primeros hallazgos, hallazgos como pérdida de peso, debilidad,
hinchazón abdominal, gases e incapacidad para defecar son síntomas que indican que la enfermedad está progresando.
Una familia antecedentes de cáncer de colon o recto también son un signo y se considera un factor de riesgo.
Aparte de esto, los hábitos alimentarios ricos en grasa animal y bajos en fibra, el tabaquismo y el consumo de alcohol,
haber extirpado previamente un pólipo del intestino grueso, colitis ulcerosa o enfermedad de Crohn. Enfermedades intestinales crónicas como:
también son factores que aumentan el riesgo de cáncer de colon y recto.
Cuando se diagnostica tempranamente, es decir, cuando el cáncer se limita al intestino, la quimioterapia y la radioterapia suelen ser los factores principales
>El tratamiento quirúrgico por sí solo puede ser suficiente sin necesidad alguna. Lo principal para un diagnóstico precoz es prestar atención a los síntomas que parecen sin importancia
y cumplir con los programas de cribado si existe algún factor de riesgo.
El programa de cribado aceptado por el Ministerio de Salud en nuestro país es cada dos años a partir de los 50 años.
Prueba de sangre oculta en las heces una vez y colonoscopia una vez cada 10 años.
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