La psicoterapia es un método de tratamiento proporcionado a través de la relación y comunicación mutua entre el cliente y el consejero, basado en información psicológica.
El proceso de psicoterapia en realidad comienza desde el momento en el que el cliente pide una cita. La terapia es un viaje al mundo espiritual del cliente junto con el terapeuta. En este viaje, es la dinámica precipitada del evento recurrente experimentado "en ese momento" lo que lleva al cliente a la terapia. La razón de esto es tratar de comprender cómo los acontecimientos que sucedieron en el pasado o que aún están sucediendo forman la base de los problemas actuales. La terapia es en realidad la petición del individuo de conocerse mejor a sí mismo. Porque en terapia, al considerar el triángulo de la emoción, el pensamiento y la conducta, la persona confronta su pasado y su presente, sus errores y sus buenas acciones. Confrontar es un viaje difícil. El deber principal del terapeuta en este difícil viaje es tratar de comprender los pensamientos y sentimientos del cliente sin criticarlo, avergonzarlo o juzgarlo. La relación del cliente con el terapeuta crea un modelo para todas sus relaciones.
El cliente internaliza la relación ideal aprendida en este proceso y la lleva a otras relaciones.
Cada transferencia experimentada durante la terapia es también una resolución. Por ejemplo, el cliente comienza a liberar de sus hombros el peso de la tristeza, la vergüenza y la ira, que le ha estado causando presión psicológica durante muchos años, transfiriendo su experiencia traumatizante, que no ha compartido con nadie, a su terapeuta, a quien está seguro de poder criticarse y juzgarse a sí mismo. La postura empática del terapeuta en la sesión es uno de los factores de curación. Porque para el cliente ser comprendido y no juzgado es tan importante como la solución. En las siguientes sesiones, el terapeuta, que comienza a conocer al cliente de manera más integral, intenta gradualmente hacer comentarios. Cada interpretación es también un espejo para el propio cliente y su mundo. El primer punto a considerar es que durante la terapia el cliente no haga comentarios sin saber lo suficiente. La interpretación no debe ser ni excesiva ni insuficiente, ya que actuará como un faro para crear conciencia en el mundo del cliente. El segundo punto es que el terapeuta no se convierte en mentor, como se supone. es comida. Lo principal en terapia es hacer que el cliente piense en sí mismo. Tratar persistentemente de dar consejos también incluye el significado de tomar el testamento del cliente bajo una hipoteca. Si se hace esto, el cliente no pensará en sí mismo y esperará constantemente soluciones alternativas del terapeuta. Sin embargo, el objetivo de la terapia es fortalecer la autoestructura del cliente y reconstruirla de manera que pueda adaptarse al mundo exterior. El tercer punto es que el terapeuta no respeta ni la prohibición ni el deseo del cliente. El terapeuta no debe presentar sus propios juicios de valor al cliente. Porque intentar hacer que un individuo se parezca a nosotros por la fuerza también es una forma de violencia. En la etapa final, más bien se habla de diseños futuros. En este punto, es esencial ayudar al cliente adulto a asumir un papel activo en la configuración de su vida. La terapia comienza a alcanzar el punto objetivo cuando el cliente, que ha experimentado todos estos beneficios, gradualmente toma medidas para fortalecerse. El conocimiento del cliente aumenta con los comentarios realizados. Así, por un lado, la persona intenta conocerse mejor a sí mismo, por otro, aprende a evaluarse más objetivamente, sin desperdiciarse en los acontecimientos. El objetivo final de la terapia es que el cliente aprenda formas de afrontar los problemas de la vida sin necesidad de un terapeuta y que dé pasos más seguros hacia una nueva vida.
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