Para que los niños crezcan y se conviertan en individuos curiosos sobre su entorno y con el objetivo de aprender y producir, es de gran importancia que sus preguntas sean respondidas pacientemente por los padres y las personas que los rodean.
Sin embargo… después de un tiempo, las respuestas dadas por los padres durante este proceso de interrogatorio comienzan a resultar insuficientes debido a los procesos que trae consigo el proceso de desarrollo. En este punto, los compañeros deben intervenir. Porque las investigaciones han descubierto que los niños que están junto a sus compañeros tienen áreas de desarrollo mucho más ricas, como el lenguaje, las cognitivas, las sociales y emocionales y el autocuidado.
El desarrollo social es un proceso que comienza en el nacimiento, se desarrolla con el entorno y está moldeado por la escuela.
El niño obtiene muchos beneficios sociales y emocionales de sus padres y de otras personas que lo rodean. Sin embargo, un niño que intenta existir por primera vez en una escuela o grupo social similar tendrá algunas dificultades para adaptarse al entorno social cuando realice algunas de las conductas aceptadas en casa. Con razón se siente asombrado. De hecho, estas dificultades son los primeros pasos que da el niño para aprender a adaptarse a la sociedad.
El desarrollo socioemocional para el niño es una red de relaciones sociales que abarca el período actual y que será cada vez más complejo. Es de gran importancia para el proceso de desarrollo del niño que encuentre algunas dificultades y sea capaz de resolverlas para el desarrollo saludable de procesos de desarrollo como su sentido de confianza en sí mismo, la capacidad de expresar sus emociones y la individualización de una manera ambiente en el que se encuentra con sus compañeros. (Por supuesto, si los padres permiten este proceso. Ay, no te canses, yo lo haré, etc.) (Por favor, deja que se canse o fracase).
Porque no será capaz de alcanzar el éxito sin cansarse ni triunfar.
Los niños que puedan establecer relaciones saludables con sus pares lograrán avances positivos a mediano y largo plazo, especialmente en su desarrollo social y otras áreas del desarrollo.
Las relaciones con los pares muestran procesos diferentes en cada edad. El entorno social en el que vive el niño, las características individuales de las personas y sus interacciones entre sí dan forma a la estructura de las relaciones con los compañeros. La estructura de la personalidad del niño, las características del temperamento y El equilibrio de poder es de gran importancia a la hora de dar forma positiva o negativa a las relaciones entre pares.
Las relaciones entre pares son una forma multifacética de relación que incluye comportamientos positivos y negativos. Estas relaciones son el primer paso que afectará otras relaciones sociales en la sociedad. Las actitudes de los padres, el estilo de comunicación con el niño y la dinámica familiar afectan las relaciones con los pares del niño. Asimismo, la relación del niño con sus pares, sus actitudes y comportamientos también afectan la relación dentro de la familia.
Existe una interacción mutua.
Las actitudes positivas como la ayuda, la amabilidad y la cooperación comienzan en un desde muy temprana edad y se desarrolla con el paso de los años. Expresar adecuadamente las emociones del niño en casos de conflicto incidirá en el desarrollo positivo de sus relaciones.
A medida que los niños crecen, la estructura de las relaciones con sus compañeros se desarrolla y cambia. Con este desarrollo y cambio, el tiempo que se pasa con los compañeros y la estructura de los juegos se vuelven diferentes y más complejos. Nuestra actitud ante las situaciones que viven los niños con sus amigos debe ser imparcial y orientada a la solución. Porque no continúan por mucho tiempo con los problemas que viven y continúan sus juegos desde donde los dejaron.
Como padres debemos enseñar a los niños a expresar sus emociones de forma saludable y ayudarlos a afrontar los problemas por sí solos.
Con amor
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