Depresión de verano

¿Qué es la depresión de verano?

El trastorno afectivo estacional es una forma de depresión que ocurre todos los años en otoño e invierno, cuando los días se acortan. Generalmente, a medida que los días comienzan a alargarse en primavera y verano, las quejas de las personas con depresión estacional mejoran. Sin embargo, también hay tormentas de nieve que a veces ocurren en primavera y verano. La depresión de verano es rara en comparación con la depresión de invierno. Aunque no se conocen a ciencia cierta las causas de la depresión estival, que tiene una prevalencia del 1%, sí se pueden recordar factores genéticos, factores relacionados con el estrés, un proceso depresivo provocado por un evento traumático en el pasado. en los mismos períodos cada año, lo que lleva a una depresión estacional. Las investigaciones realizadas en los últimos años muestran que la depresión también se producirá en verano debido a efectos biológicos (como la baja secreción de la hormona melatonina) y a factores psicológicos.

Los trastornos afectivos estacionales son 4 veces más frecuentes común en mujeres que en hombres. Además, lo que más observamos en la clínica, especialmente en la depresión estival como en la depresión mayor, es que la gente subestima la enfermedad al verla como una depresión temporal. Podemos comparar el proceso de depresión con hacer una ensalada con un brazo roto. La persona continúa su vida con una calidad de vida reducida, pero si esta situación no se trata se convierte en un proceso que afecta negativamente la funcionalidad de la vida de la persona.

Cuáles son los síntomas de la ¿Depresión de verano?

La depresión de verano, que es una condición cíclica y estacional, significa que los síntomas comienzan y terminan en los mismos períodos cada año.

En la depresión de verano, es posible que una persona no pueda disfrutar de la vida. Tiene dificultades de atención y concentración. La persona ya no está interesada en las cosas que la hacían feliz en el pasado. Fatiga, agotamiento, pérdida de energía, pérdida de motivación, desgana sexual, alteración del sueño, sensibilidad excesiva, emocionalidad, impaciencia, pérdida de apetito, pérdida o aumento de peso por exceso de apetito. � se puede ver. Esta situación puede provocar introversión, agresión, considerar la vida inútil y pensamientos suicidas.

La alteración del ritmo circadiano (reloj biológico) puede provocar sentimientos depresivos debido al mayor tiempo que se pasa despierto. Además, la disminución del nivel de serotonina en nuestro organismo y sobre todo la alteración del equilibrio de la hormona que regula el sueño, a la que llamamos hormona melatonina, puede estar entre los motivos que desencadenan la depresión estival.

Por las razones anteriores, se debe prestar atención a un sueño regular y de calidad en los meses de verano. Si es posible, se recomienda caminar 20 minutos a paso ligero 4 días a la semana, ya que aumenta el nivel de endorfinas en el cuerpo. También es muy importante comer sano y regularmente durante los meses de verano.

Para el diagnóstico y tratamiento de la depresión estival es importante ser evaluado por un especialista en salud mental. Durante el proceso de tratamiento se utilizan psicoterapia y medicación.

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