Las epidemias que amenazan la muerte aumentan la introversión y el distanciamiento de los grupos externos. Es posible que la epidemia haya creado inevitablemente en todos nosotros ansiedad ante la muerte. Especialmente aquellos en el grupo de riesgo pueden estar preocupados por la posibilidad de morir ellos mismos, ya que ven el número de muertes todos los días. La ansiedad ante la muerte puede tener consecuencias importantes en la vida social: según la teoría del manejo del terror, cuando pensamos que somos mortales, es decir, que no importa lo que hagamos, definitivamente moriremos algún día, la falta de sentido de la vida nos golpea en el cara... Es funcional que la persona utilice la ansiedad para su propio bien, no que la ansiedad la controle.
La ansiedad insiste en establecer la autoridad y cumplir sus reglas desde el momento en que muestra su presencia en la persona. Desde el momento en que las personas ven la existencia de la ansiedad, tienden a verse a sí mismas como un conejo y a la ansiedad como una montaña. Como resultado de que la persona se ve a sí misma como pequeña y la ansiedad como grande, el área de ansiedad se expande.
La mejor frase que podemos decirnos a nosotros mismos en tales situaciones es 'Esta situación es temporal, no será permanente'. Hay muchos ejemplos similares en la historia de la humanidad. Los seres humanos han experimentado luchas similares durante siglos. Debería ser "Esto también pasará". Cuanto más esperanzados, realistas y racionalmente optimistas seamos, menos tiempo llevará alcanzar este objetivo. Es muy importante mantener el equilibrio en este proceso. Porque en este proceso nos bombardean con muchas emociones. Como miedo, ansiedad, buenas noticias, malas noticias. Coexisten muchas emociones contradictorias. Es necesario no deambular en blanco y negro entre estos sentimientos y pensamientos. Debemos permanecer equilibrados y racionales.
No olvidemos que depende de nosotros hacer valioso el tiempo que pasamos en casa. Podemos hacer un plan diario y tener un día completo. Podemos realizar actividades agradables como leer libros que no hemos tenido la oportunidad de trabajar antes, ver películas que no pudimos ver mientras estaban en el cine y adquirir pasatiempos que podemos hacer en casa. Podemos ver las condiciones necesarias en las que nos encontramos como una oportunidad para 'redescubrirnos a nosotros mismos', y podemos utilizar esta situación extraordinaria para re-conocernos como seres humanos con aspectos que desconocemos. Para protegernos a nosotros mismos y a nuestros seres queridos, no debemos ir a recibir invitados. No deberíamos. Podemos comunicarnos con nuestros familiares, amigos y seres queridos llamándolos con o sin vídeo. No debemos olvidar que compartir es el mejor apoyo en este proceso. Es hora de cuidarnos a nosotros mismos y a nuestros seres queridos; Es hora de cuidar nuestra resiliencia física y psicológica…
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