El mayor entretenimiento y fuente de información del niño es el juego. Jugar en la calle permite al niño conocer sus propias emociones, el mundo exterior y la naturaleza a través del juego creando sus propias experiencias. Mientras juega, el niño toma conciencia de sus sentimientos y necesidades e intenta expresarlos. De esta forma, les da la capacidad de resolver muchos problemas por sí solos. Que un niño juegue en la calle es algo sumamente natural. Mientras juega, el niño expresa su angustia y aprende a establecer relaciones con su entorno. De esta manera, los niños dan los primeros pasos para convertirse en individuos y aprender a establecer relaciones con su entorno.
El niño que juega en la calle es el niño que se encuentra con la vida.
El lugar del juego en la calle en la vida de los niños. ¿Qué es?
El juego es una necesidad para el niño. Un niño que juega en la calle aprende divirtiéndose. Podemos afirmarlo desde el punto de vista de Fredic Frobel. 'El juego se acepta como el comportamiento y la forma más sincera y real de expresión del niño. Dice que el niño aprende divirtiéndose. Destaca que el juego es mediador y unificador entre la mente y el alma, y de esta manera aporta integridad a las experiencias de los niños. Un niño que juega en la calle revela sus sentimientos y pensamientos, socializa y aprende haciendo y experimentando. Mientras juega, el niño desarrolla su sentido de confianza en sí mismo y gana la capacidad de expresarse.
Un niño que juega en la calle es un niño libre.
Qué Cuál es la contribución de los juegos callejeros al desarrollo infantil?
Un niño que juega en la calle es un niño que está en constante movimiento. Por tanto, los juegos jugados en la calle tienen grandes aportaciones al desarrollo físico en cuanto al desarrollo de los músculos grandes y pequeños. Además, el desarrollo del lenguaje del niño progresa con la integración de sus compañeros. Contribuye al desarrollo de emociones como la alegría, la lástima, el miedo, la ansiedad, la amistad y la confianza. Los juegos callejeros, que también desarrollan socialmente al niño, contribuyen decisivamente a que viva en "armonía" con sus amigos y se convierta en una persona "sensible". El niño que es compatible con sus amigos es el niño que se adapta a la sociedad. 'Juegos callejeros' es el nombre del juego que el niño adquiere a través de la experiencia de confianza en sí mismo, cooperación, toma de decisiones, cooperación y establecimiento de límites.
Los padres mantienen a sus hijos afuera ¿Cómo pueden fomentar el juego?
La clave es que los padres se comuniquen bien con sus hijos. Puedes guiar a tus hijos a jugar en la calle definiendo una zona segura para ellos. Si aceptan a los niños como individuos y les hacen sentir que necesitan jugar, los animarán a jugar en la calle. No hay necesidad de una recompensa por el estímulo. Jugar es divertido y educativo para los niños. El refuerzo más importante lo proporcionarás respondiendo abiertamente y con amor a los sentimientos de tu hijo mientras describe con entusiasmo su experiencia jugando.
Conscientes de lo importante que es jugar en la calle, debemos crear oportunidades para nuestros hijos y animarles a jugar.
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