Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC)

El trastorno obsesivo compulsivo (TOC) fue descrito por primera vez por Esquiral en 1838. En el primer periodo se evalúa en psicosis y depresión dependiendo de la cultura. En el cuadro clínico, Freud lo mencionó por primera vez en 1917. El TOC es un trastorno integrado que progresa con obsesiones y compulsiones. Las obsesiones son imágenes repetitivas, automáticas e involuntarias de difícil control. La gente no puede evitar que surjan estos pensamientos. A menudo la persona es consciente de que los pensamientos no son realistas ni tienen sentido. Las obsesiones son tan fuertes y repetitivas en la vida de una persona que ésta tiene dificultades para cumplir con sus tareas diarias. Tienen problemas en las relaciones interpersonales, la vida empresarial y las actividades sociales.

Las personas diagnosticadas con TOC son personas que posponen su trabajo y tienen una intensa indecisión durante el día. Al mismo tiempo, estas personas suelen tener dificultades para confiar en sus recuerdos. Las obsesiones comunes son: orden, religión, limpieza, miedo a la contaminación, miedo a no poder controlar los impulsos, miedo a no poder controlar los impulsos sexuales y los problemas corporales. Las compulsiones son conductas realizadas para aliviar la ansiedad en los pensamientos obsesivos. La persona se siente obligada a realizar esta conducta y realiza la acción de forma repetitiva. El comportamiento es claramente exagerado. Las compulsiones pueden ocurrir no sólo en el comportamiento sino también mentalmente. El objetivo principal es reducir la ansiedad creada por la obsesión. En este trastorno, la persona cree que le sucederán desastres muy graves si no realiza la compulsión. Las compulsiones no son racionales. La frecuencia de las compulsiones puede exagerarse. Algunas conductas compulsivas son las siguientes: Compulsión a lavarse las manos de manera exagerada por miedo a contaminarse, contar mentalmente hasta un determinado número ante un evento o situación, o tocar determinadas partes del cuerpo un número determinado de veces. . Comportamiento de revisar de 7 a 8 veces para asegurarse de que la puerta esté cerrada. En este trastorno, la señal de comando de parada generalmente no se envía al cerebro. La persona no sabe dónde pararse mientras realiza la conducta y el pensamiento. muchas personas Puede detenerse con esta orden suficiente, pero no hay estancamiento intuitivo en el TOC.

El TOC suele aparecer en la adolescencia antes de los 10 años. Como excepción, hay datos de que se observa en un niño de 2 años. Su incidencia en la población adulta es del 1%. Se estima que esta tasa es más alta en la actualidad. Estudios recientes han encontrado que el TOC es el cuarto trastorno mental más común. Si bien algunos estudios afirman que no existe diferencia en la incidencia entre hombres y mujeres, otros estudios afirman que las mujeres desarrollan TOC más que los hombres. El TOC es una enfermedad crónica que dura toda la vida. Un estudio longitudinal realizado en 1950 encontró que sólo el 20% de los pacientes con TOC se recuperaban por completo.

Más de un tercio de las personas diagnosticadas con TOC tienen comorbilidades. Los trastornos más comunes son la depresión y los trastornos de ansiedad. Las causas del TOC se analizan bajo dos títulos: biológico y psicosocial. En la parte biológica el factor genético tiene un lugar importante. En estudios longitudinales familiares, el TOC se observa en el 35% de los familiares de primer grado de personas diagnosticadas con TOC. En el TOC, podemos hablar de un 30-50% de herencia. En los estudios de imágenes cerebrales, se observa un flujo sanguíneo intenso y una aceleración del metabolismo en las regiones del lóbulo frontal y del núcleo caudado del cerebro. Se observa reducción bilateral especialmente en la región del núcleo caudar. En la parte psicosocial, el modelo conductual plantea que las compulsiones se refuerzan. En pocas palabras, la conducta se refuerza porque las compulsiones calman las obsesiones. Otro modelo de obsesiones afirma que las obsesiones son difíciles de reprimir. Se afirma que el pensamiento crece más a medida que la gente intenta suprimir el pensamiento preocupante. En estudios realizados con pacientes diagnosticados con TOC, afirmó que tener pensamientos preocupantes aumenta su creencia en experimentar el evento preocupante. El trauma infantil se considera un factor de riesgo importante en el desarrollo del TOC.

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