¿Cómo afecta la temporada de verano a nuestra salud cerebral?

Nuestro cerebro es el órgano más importante del sistema nervioso. El funcionamiento del sistema nervioso depende enteramente de que el cerebro cumpla con sus funciones. La gestión y control de nuestro cuerpo se realiza a través del sistema nervioso central. La estructura superior de este es el cerebro.

El agua y los electrolitos son de gran importancia para las funciones del cerebro humano, que se compone de un 80 por ciento de agua. El aumento de la temperatura del aire y la humedad en los meses de verano provoca algunas disfunciones y enfermedades importantes en nuestro cerebro, que es un órgano importante del sistema nervioso central. Los principales son los golpes de calor, las oclusiones vasculares cerebrales y las hemorragias.

Los efectos de las altas temperaturas y la humedad de los meses de verano a menudo provocan pérdida de agua y desequilibrios electrolíticos, lo que llamamos deshidratación. Nuestro cerebro, cuya estructura está compuesta en un ochenta por ciento de agua, también se ve muy afectado por esta situación. La deshidratación afecta directamente el equilibrio interno del cerebro. Provoca alteraciones en las funciones normales del cerebro y puede perjudicar gravemente las funciones y la salud del cerebro. Incluso una deshidratación leve provoca irritabilidad y disminución de la función cerebral. En los casos conocidos como golpe de calor se observan síntomas como debilidad, fatiga y trastornos de concentración, que al principio se desarrollan de forma paulatina. Un mayor aumento de la pérdida de líquidos provoca graves efectos negativos en las funciones cerebrales y en otros sistemas del cuerpo. Debido a los graves efectos sobre las funciones cerebrales, se pueden observar síntomas como dolor de cabeza, ansiedad, mal humor, problemas de percepción, irritabilidad, temblores, comportamientos incompatibles, dificultades de equilibrio y coordinación, dificultad para concentrarse y pérdida de memoria a corto plazo. En tales casos, se debe hospitalizar inmediatamente a la persona, administrarle líquidos y controlar la temperatura corporal.

Nuevamente, el calor excesivo, la sudoración resultante, la deshidratación y la falta de ingesta de líquidos pueden provocar una disminución de la presión intravascular. fluidez de la sangre y la formación de coágulos en las venas, provocando así obstrucciones. Los accidentes cerebrovasculares también pueden ocurrir debido al bloqueo de los vasos cerebrales debido a coágulos. Especialmente las personas con otras enfermedades como diabetes, aterosclerosis, insuficiencia renal e hipertensión pueden sufrir un ictus cerebral, lo que llamamos ictus, como consecuencia de los desequilibrios de agua y electrolitos provocados por el aumento de la temperatura y la humedad en los meses de verano. Deberían tener más cuidado en cuanto a oclusiones vasculares y hemorragias cerebrales. En los casos en que se produzcan dolores de cabeza intensos y síntomas acompañantes como náuseas, vómitos, dificultad para hablar, pérdida del equilibrio, entumecimiento y debilidad en la mitad del cuerpo, pérdida del conocimiento, aunque sea por poco tiempo, y desmayos, es necesario acudir a a la institución sanitaria más cercana sin perder tiempo.

Podemos asegurar la salud de nuestro cerebro y por tanto el funcionamiento saludable de nuestro sistema nervioso tomando unas sencillas precauciones durante los periodos de alta temperatura y humedad en los meses de verano. Si enumeramos algunos de ellos;

Debes consumir mucho líquido y evitar comidas copiosas

No debes permanecer bajo el sol en horas de mucho calor

Te debe usar ropa de algodón que sea holgada al cuerpo y un sombrero.

No debe realizar ejercicio pesado y extenuante, especialmente durante las horas calurosas del día.

No debe consumir demasiado alcohol.

Debe tener cuidado de tomar sin interrupción los medicamentos utilizados en enfermedades como la diabetes y la hipertensión.

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